Corticosteroides inhalados en pediatría / Inhaled corticoteroids in pediatrics

Los corticosteroides inhalados (CEI), con sus actuales formulaciones, son los agentes antinflamatorios más eficaces a largo plazo para el tratamiento del asma leve, moderada, persistente grave y la rinitis alérgica. Su utilización precoz mejora los síntomas, la calidad de vida, normaliza la función pulmonar, previene la recurrencia de ataques asmáticos, mejora la inflamación de las vías aéreas y puede prevenir sus posibles lesiones irreversibles de remodelado. Estos fármacos disminuyen la mortalidad, los costes terapéuticos, el uso de otros medicamentos y las hospitalizaciones; por tanto, la relación riesgo-beneficio de estos tratamientos es claramente favorable a su aplicación y son sustancias de primera elección en el tratamiento del asma. El nuevo compuesto propionato de fluticasona (PF) constituye un importante avance en el tratamiento del asma y la rinitis alérgica del niño, y aporta importantes ventajas respecto a otros corticosteroides inhalados, como lo han demostrado numerosos ensayos clínicos con más de 1.600 niños. El propionato de fluticasona tiene una gran actividad antinflamatoria, con una baja disponibilidad sistémica oral, y, administrado con dispositivos Accuhaler y Diskhaler o aerosoles presurizados, resulta muy eficaz para el tratamiento del asma con dosis de 50-100 ug bid (2 por día) en función de la gravedad. La dosis de dipropionato de beclometasona (DPB) es de 100-400 y la de budesonida (Bu), 200-800. PF consigue una mejoría más rápida del flujo espiratorio máximo (FEM), a los 4-7 días, que DPB y Bu, por lo que su índice eficacia/seguridad es superior, y, a mitad de las dosis de Bu y DPB, es equivalente. Por tanto, su eficacia es al menos el doble que la de budesonida, y con dosis mayores produce menor supresión del cortisol sérico. Dosis altas de PF permiten suspender los tratamientos con corticosteroides (CE) orales, y en agudizaciones, resulta tan eficaz como tratamientos cortos con dosis decrecientes de CE orales. PF mejora más la función pulmonar que cromoglicato y nedocromilo sódicos. Y, asimismo, a mitad de dosis de DPB, junto con salbutamol y Babyhaler, mejora la función pulmonar de los lactantes con sibilancias. El mayor riesgo sanitario en los asmáticos es la interrupción, infrautilización o no utilización de los CEI (AU)

Late cases of toxic oil syndrome: evidence that the aetiological agent persisted in oil stored for up to one year.

The symptoms of toxic oil syndrome (TOS), an epidemic that occurred in central and north-western Spain, developed in the great majority of patients during May or June 1981. We now describe the clinical and epidemiological data of five patients with TOS whose onset of symptoms was considerably later than the great majority of cases. In June 1982, one person became symptomatic as a result of consuming a suspect oil two months earlier. Four members of a family that started consuming a suspect oil in November 1981 became ill in December 1981. These data indicate that the aetiological agent of TOS persisted in stored oil for periods as long as one year. The apparent stability of the TOS aetiological agent increases the likelihood of its continued presence in significant concentrations in oils that have been stored since 1981. Thus, the use of such oils in further in vivo and in vitro toxicological studies may yet lead to the isolation and identification of the causal agent of TOS.

The association of oil ingestion with toxic oil syndrome in two convents.

The authors studied the pattern of occurrence of toxic oil syndrome, a previously undescribed disease that occurred in Spain in epidemic form in 1981, in two convents in Madrid. In one convent, the disease affected 66% of 35 novices and nuns who ingested oil from a suspect source, but none of 56 laywomen who ate the same meals but used a different type of oil. In the second convent, in which nuns were also exposed but laywomen were not, 98% of 43 nuns developed toxic oil syndrome compared with none of 70 laywomen. These findings support the hypothesis that a food oil transmitted the etiologic agent of toxic oil syndrome.

[Gallstones in infancy (author's transl)]. / Litiasis biliar en la primera infancia.

Authors present a 22 month old female, suffering from biliary lithiasis, diagnosted before surgery by endovenous cholangiography, associated to cataracts and neurological impairment. Current etiopathogenic views are briefly exposed, pointing out that incidence of gallstones has ceased to be exceptional.